Origen e importancia
Es originaria del Oriente
Próximo, extendiéndose pronto por toda la cuenca mediterránea, casi desde el
mismo comienzo de la agricultura.
Los romanos fueron los que
seleccionaron el tipo de haba de grano grande y aplanado que es el que
actualmente se emplea para consumo en verde, extendiéndose a través de la Ruta
de la Seda hasta China, e introducido en América, tras el descubrimiento del
Nuevo Mundo. Es la leguminosa más antigua que se conoce en el mundo.
Se ha convertido desde hace mucho
tiempo en cultivo tradicional de las comunidades indígenas y campesinas de la
sierra ecuatoriana, desde el Carchi hasta Loja.
Puede emplearse en la
alimentación de diferentes formas, o como materia prima para la industria
transformadora, tanto para enlatado como para congelado.
Características botánicas
Raíz
Pivotante y adquiere generalmente gran desarrollo. La raíz
principal es vigorosa, profunda y lignificada. Las raíces secundarias son más
desarrolladas y por característica general en estas forman nódulos donde se
alojan las bacterias nitrificantes.
Tallo
Planta anual de porte recto.
Posee varios tallos que salen del cuello de la planta y son de forma
cuadrangular, de largo promedio de 1,50 m, huecos, con entrenudos y sin
vellosidades, tiene color que va del verde al verde rojizo y negro cuando está
seco, el número de tallos depende de la variedad.
Hoja
Alternas, compuestas, ovaladas,
de color verde y desprovistas de zarcillos, están compuestas de tres pares de
foliolos, con tendencia algo carnosa. Las dos caras son lisas.
Flores
Axilares, agrupadas en racimos
cortos de 2 a 8 flores, de color blanca, cremosas o azuladas tienen manchas
negras o pardas en las 2 alas.
Fruto
Legumbre de longitud variable,
pudiendo alcanzar hasta más de 35 cm. El número de granos oscila entre 2 y 9,
aplanadas. El color de la semilla es verde amarillento, aunque las hay de otras
coloraciones más oscuras, de textura aterciopelada, las paredes de la vaina
están compuestas de tejido esponjoso que mantiene la humedad, con el proceso de
maduración las vainas van tomando una coloración negra. Fruto dehiscente.
Fig 2. Planta de haba
Semilla
Las semillas del cultivo de haba,
se encuentran dentro de la vaina, las mismas que tienen forma tamaño y color
diferente, dependiendo de la variedad.
Requerimientos de clima y suelo
Temperatura
El cultivo de la haba, se
desarrolla sin inconvenientes en sectores de clima templado, hasta el frío seco
o frío húmedo, con temperaturas de 5 a 16 ºC.
Precipitación
Para una buena producción de
habas, se requiere una humedad que fluctúe entre los 800 a 1 500 mm,
distribuidas a través del ciclo vegetativo.
Luminosidad
Como todo grano, el haba requiere
de una buena luminosidad, 12 horas de duración del día es óptimo.
Suelos
Prefiere suelos arcillosos, ricos
en humus, profundos y frescos, con buena retención de agua. Es relativamente
tolerante a la salinidad. Son muy sensibles a la falta de agua, especialmente
desde la floración hasta el llenado de las vainas. Su pH óptimo está situado
entre 6,5 a 7,5.
Altitud
En el Ecuador se cultiva en
suelos que se ubican entre los 2 000 a 3 600 msnm.
Labores preculturales y culturales
Elección y
preparación del suelo
Elección del
terreno
Se recomienda que los terrenos
sean sometidos a procesos de rotación, es decir, donde se maneje una sucesión
de diversos cultivos, con el propósito de mantener un suelo sano, con un buen
nivel de fertilidad, absorción de humedad y sin problemas de plagas (insectos,
ácaros, nematodos y patógenos).
Preparación del
suelo
La rusticidad de la planta, no
exige mucho esmero en la preparación del suelo; esta actividad depende de la
altitud, de la pendiente y del estado que se encuentra el lote destinado a la
siembra.
Drenaje
La construcción de zanjas de
drenaje, es importante para poder evacuar los excesos de agua que suelen precipitarse
en determinados momentos del cultivo. Las zanjas se implementan siguiendo la
curva de nivel del terreno.
Elaboración de
surcos
Los surcos para el cultivo
del haba, se deben hacer distanciados a
50 centímetros uno del otro, siguiendo la curva de nivel del terreno para
facilitar que el agua humedezca bien el sistema de raíces y así mismo se
produzca un buen escurrimiento del campo.
Desinfección del
suelo
La desinfección del suelo tiene
por objeto eliminar algunos patógenos que pueden causar afectaciones en las
plantas, especialmente en las raíces en los primeros estados del cultivo. Para
este fin se recomienda espolvorear los
surcos antes de la siembra con ceniza vegetal a razón de media onza por metro
lineal.
Preparación de
la semilla para la siembra
Previo a la siembra, la semilla
se debe remojar en agua limpia durante 12 horas para asegurar una buena
germinación. Con el propósito de ayudar a que las plántulas broten sanas y
robustas se recomienda sumergir a la semillas en una solución de biol al 12 %
(120 cc por litro de agua) durante media hora para luego proceder a sembrar.
Distancias y
densidades de siembra
Cuando el haba se siembra en
monocultivo, las distancias de siembra son: entre surcos: 50 a 60 centímetros y
entre matas o sitios: 30 a 45 centímetros, depositando 2 a 3 semillas por
sitio, para tener una densidad poblacional de 66 600 plantas/ha a 36 800
plantas/ha.
Cuando el haba se siembra en
asocio o intercalada con otros cultivos, la población de plantas por hectárea,
disminuye a la mitad de las señaladas anteriormente (33 300 plantas/ha a 18 400
plantas/ha; a esta densidad se suman las plantas de las otras especies que se
siembren asociadamente.
Abonado de fondo
Si el suelo donde se va a sembrar
es muy pobre, se puede aplicar 1.7 toneladas de compost o humus de lombriz,
mezclado con 1 tonelada de roca fosfórica por hectárea. La aplicación se
realizará a razón de 1.5 onzas de esta mezcla por sitio.
Siembra y tape
Se realizará a partir del tercer
día de luna creciente, hasta el tercer día de luna llena, a fin de posibilitar
una mejor germinación y emergencia de la semilla.
Sea cual fuere el sistema de
siembra, como las distancias y densidades de siembra elegidas, la siembra se realiza abriendo un
hoyo con el espeque o con el azadón, donde se depositan de 2 a 3 semillas por
sitio, para luego taparlas con
tierra con el pie o con el azadón. Las
semillas deben quedar enterradas a no más 5 centímetros de profundidad.
Deshierbas y
Aporques
Durante el ciclo del cultivo se
deben efectuar entre dos a tres deshierbas. La primera deshierba se realiza
cuando la planta tiene de 10 a 15 cm de altura y de 4 a 6 hojas; la segunda
deshierba a los cuatro meses, cuando la planta tiene alrededor de 25 cm de
altura; una tercera deshierba se realizará si es necesario. La segunda o
tercera deshierbas pueden servir como labor de aporque.
El aporque se realiza con el fin
de proporcionar el sostén necesario a las plantas para que no se afecten por la
fuerza de los vientos, controlar malezas y así evitar pérdidas de humedad y
airear el suelo. El aporque se hace en forma manual (con azadón) o con yunta
(chicta), cuando se lleve a cabo esta labor hay que tener cuidado para no dañar
las raíces de las plantas.
Fertilización
complementaria
Con el fin de estimular el
mejoramiento de la cosecha, se recomienda la aplicación de aspersiones foliares
de BIOL al 2%. (4 litros diluidos en 200 litros de agua ha-1). La
primera aplicación se realizará cuando el cultivo tenga 45 días, la segunda al
macollaje, la tercera a la floración, la cuarta a la formación de vainas y la
quinta al llenado de granos. Para mejorar la adherencia del producto a las
hojas puede utilizarse como fijador 2 litros de leche o suero por cada 200
litros de dilución.
Riegos
El cultivo requiere una lámina de
agua de 800 a 1000 mm (8 000 a 10 000 m3), distribuidos a los largo
de su ciclo vegetativo. En el Ecuador, el cultivo del haba se realiza con las
aguas lluvias y muy poco con riego.
Cosecha
El haba se puede cosechar en
estado verde o en seco, el tiempo en el que el grano está listo para la
recolección, varía entre seis a doce meses, dependiendo de la variedad, altitud
de la zona donde se haya sembrado y la forma en la que se desee cosechar (en
verde o en seco). Las características que se toman en cuenta para su cosecha son: color, tamaño y peso.